jueves, 14 de diciembre de 2006

Libertad y respeto... ¿Eso es ser neo-nazi?













Si vemos por la calle a un hombre o mujer con una svástica tatuada, con bototos de cordones blancos, rapado al cero, y por lo general, moreno y de pelo oscuro, no creeríamos que Hitler lo hubiera aceptado entre sus filas. Sin embargo, vistiendo de esta forma se distinguen del resto los neo-nazis chilenos, pero... ¿Conocemos qué partido u organización avala este tipo de ideologías?

“Un partido que luche por generar una verdadera Unidad de Destino en el Alma de la Nación, y que permita a Chile sostener sus propias Tradiciones, Valores y Costumbres, y su fundamental Libertad, Independencia y Soberanía…” Esto es lo que pretende el PNS (Patria Nueva Sociedad), como opción política para el siglo XXI en Chile. Esta organización, que desde el primero de mayo de 1999 se fundó en Puerto Montt, surge como “un movimiento con vocación de futuro y con pleno respeto por las mejores tradiciones de la República. Un movimiento que tiene como principal objetivo, acceder al poder político de la nación”. Así es como se definen, como jóvenes conscientes de su rol social y que pertenecen a una “Nueva Era” en la que están dispuestos a dar todo con tal de asegurar el bien común de la patria.

Hacer una reseña histórica de lo que han sido los partidos pro-nazi en Chile no es cuento nuevo, sin embargo es importante hacer notar su presencia desde 1930 con el Movimiento Nacional-Socialista de Chile (MNSCH), donde se forjaron los mártires de los actuales descendientes de esta corriente, así como Carlos Keller y Jorge González von Marées.

De los principios fundamentales de esta nueva variante del antiguo Nacional Socialismo (NAZI), nos encontramos con sorprendentes afirmaciones que muchas veces jamás atribuiríamos a un grupo político que desciende del nacionalismo de 1940. En el sexto principio del PNS hallamos: “La valorización, respeto y promoción de la cultura, lenguaje, tradiciones, costumbres e historia de las diversas comunidades humanas en el planeta, expresadas en la Nacionalidad…” Así también en el decimosexto lugar: “La Soberanía surge del respeto y reconocimiento de la Comunidad del Pueblo como fundamento de la Nacionalidad, y por lo tanto considera su expresión en los aspectos educacionales, culturales, ecológicos, económicos, sociales y políticos de la Nación, y su preservación y fomento por parte del Estado. La Soberanía implica el respeto, preservación y conservación del Territorio en que habita la Nación.” Y añadiendo en el undécimo puesto: “La concepción de que la diversidad Cultural y Biológica del Ser Humano, constituye la forma en que nuestra especie se adapta al Planeta, y el modo en que evolucionamos, expresado en la defensa, preservación y respeto de todas las culturas y razas humanas, sin excepción alguna.”

Resulta increíble la constante alusión al respeto y la libertad de las diversas culturas y razas. Si recordamos las recientes muertes y golpizas a grupos “punks”, a travestís o prostitutas, a vagabundos, etc. surge una terrible incoherencia entre lo dicho y lo hecho. Sin embargo, y a pesar de ser una de las organizaciones más importantes y con más adeptos, no se les puede atribuir toda la responsabilidad en estos hechos, ya que no podríamos descartar la participación de otros grupos, o incluso rencillas personales. Ahora bien, lo que sí podemos contrastar es la indudable presencia, es decir, la territorialidad que han marcado estos nuevos movimientos nacionalistas, debido a la constante amenaza de agresión que manifiestan hacia diferentes grupos marginados por la sociedad postmoderna.

Dentro de esta organización en particular, nos encontramos con la “Ecofilosofía” término que en un primer momento perece muy ajeno al conocimiento popular, pero que no obstante los redactores del portal web del movimiento
http://www.accionchilena.cl/Ecofilosofia/Default.htm o bien, http://www.pns.cl/ ) se encargan de definir con simples términos: “… Trata de -En palabras de Gregory Bateson-, dar "Pasos hacia una Ecología de la Mente", es decir, hacia la comprensión del modo en que nuestras ideas y juicios determinan la "realidad" en que vivimos, y afectan al Planeta. Se trata de buscar perspectivas más amplias y horizontes más lejanos, que nos ayuden a repensar y repensarnos como especie, para encontrar algunas respuestas viables a la crisis en que nos tiene sumidos el Materialismo, y de la cual sólo es posible escapar si somos capaces de generar una alternativa válida y contrapuesta.”

Una terrible confusión se apodera de nosotros cuando intentamos relacionar todos estos conceptos de: nacionalidad, soberanía, ecofilosofía, etc. porque dentro de los principios básicos de este movimiento existe un revoltijo de ideólogos, pensadores, científicos, filósofos, es decir, intelectuales; que más que dejar en claro la postura del partido confunde y divide cualquier atisbo de definición exacta del pensamiento central. Son innumerables las teorías que según ellos avalan su innovadora ideología, pero no podemos negar que esta mescolanza en su pensar quita cierto grado de credibilidad que puedan lograr. Sin embargo hay que recalcar el sorprendente aumento de militantes que poseen y lo rápido que se corre la voz en lugares tanto de clase alta como de clase baja.

Existen distintas formas de abordar la importancia del pertenecer a un país, una nación, o una patria, mas la ignorancia a veces puede transformarse en violencia. Si recorremos la historia de las ideologías totalitarias de los años treinta y cuarenta, podemos darnos cuenta fácilmente que este grupo de latinoamericanos no sería considerado como una raza superior ni nada que se le parezca, sino más bien serían exterminados o esclavizados por el sólo hecho de no tener un desarrollo genotípico y cultural similares.
Por C. Veas

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